En este año trabajamos la propuesta y desarrollo de proyecto de un espacio de trabajo para 100 usuarios fijos y circulantes, ubicado en la zona corporativa de Santa Fé, CDMX, para el reconocido grupo farmaceutico RFP.
Para este proyecto tuvimos 3 ejes rectores y 2 limitantes: Crear una zonificación privada y una abierta, adecuando en el espacio oficinas privadas para los 11 directivos principales a nivel nacional, salas de juntas y un área general para 79 trabajadores.
Como parte de las limitantes, tuvimos que respetar muchos elementos pre-existentes para ahorrar costos y evitar desperdicios, adaptarnos a la poca iluminación natural por la proporción y orientación de las oficinas y por último, la limitación del tiempo para realizar el proyecto por la urgencia de ocupar el espacio.
En el estudio decidimos respetar lo más posible la distribución existente para eficientar recursos, distribuyendo las áreas privadas como salas de juntas y las oficinas privadas en la periferia. Las posiciones de trabajo generales se mantuvieron en el núcleo y en paralelo a las oficinas privadas para optimizar la comunicación y supervisión entre las distintas áreas.
En la recepción el reto fue re-organizar un espacio que estaba desaprovechado, obscuro y escondido. Esto se logró al abrir el espacio de recibimiento hacia el vestíbulo y enfocando la barra de recepción justo al frente, contenida por una caja de cristal donde entre hexágonos se materializa el logotipo de la empresa y crea junto con la celosía de madera que se desdobla del techo, el umbral entre lo público y lo privado. De esta manera, los visitantes pueden tener una mirada al interior, pero sin estar totalmente expuesto.
En el interior, por detrás de un extenso muro de mármol existente, al que pudimos destacar y darle mayor presencia colocándole iluminación cálida, surge un degradado de colores azules y verdes en los muros divisorios de cada oficina a partir del aprovechamiento de los colores de la identidad corporativa; rompiendo con un ambiente de trabajo que se orillaba más a lo monocromático y a la rigidez. Los colores pueden llevarnos a tener todo tipo de sensaciones y aquí buscamos frescura, calidez y comodidad para todos los trabajadores pues es donde pasan la mayor parte de su tiempo.
Los patrones geométricos en los vidrios ayudan a mantener cierta permeabilidad visual e iluminación, sin dejar de sacrificar privacidad para las salas de juntas y oficinas de dirección, además de jugar doble función pues se pueden utilizar como grandes pintarrones.
En comunicación con los clientes y con las propuestas de diseño del estudio pasamos de colores fríos y un espacio obscuro a tener más iluminación, texturas, amplitud y calidez, todo por pequeños detalles que marcan la diferencia.
